López de la Fuente es un libro abierto para todo aquel que observa con detenimiento su pintura. Cada lienzo suyo se convierte en gozo para la vista por sus historias fascinantes de amor y de desamor, de luchas y de fracasos, de imágenes oníricas y verdades tangibles pero sin dejar de señalar el camino que conduce a la reflexión y a la esperanza. Aquí lo vemos en su estudio de Madrid en plena ejecución de algo que nadie, excepto él mismo, puede intuir cómo va a terminar: su narrativa es única e irrepetible. Por eso cuando le preguntamos sobre la “esencia” de su obra, con espontánea naturalidad responde:
“En mis cuadros siempre hay un toque divertido y una invitación para ir más allá de la realidad, pues, en esta vida, con humor todo es mucho más sencillo.”